Plantas para regalar: Una Hoya para Luisa

Aquí cuento cómo conseguí una suculenta rara en forma de corazón para regalarle a Luisa, y por qué creo que es un regalo perfecto para unx plant lover.

Todo el tiempo pronuncié Joya. Llegué al vivero y pregunté en todos los puestos: “tendrás una Joya?”. Nadie me respondía. Los más amables me pedían que les muestre una foto. Y yo hacía un gesto con las manos en forma de corazón: “La planta es como así”.  María Gracia hace tiempo que quiere esta planta rara en forma de corazón. Tiene muchas plantas, pero no tiene el corazoncito verde. La bendita Hoya Kerrii. 

Desde que vi “El Regalo Prometido” de Arnold Schwarzenegger me tomé muy en serio el acto de regalar y no decepcionar. Así que me propuse ser la Arnold Schwarzenegger de María Gracia y buscarle una Hoya Kerrii. 

Mi primer intento en el mercado de flores falló rotundamente. Hasta pronuncié mal el nombre. Así que decidí buscar en Instagram, porque por mensaje de texto no iba a poder recibir miradas que me hicieran sentir ignorante. Escribí a varias páginas que conozco, en donde usualmente hay suculentas raras o plantas de colección. La Hoya Kerrii es así, una planta difícil y poco conocida fuera del mundo de los plantófilos.

No es como un geranio que encuentras en cualquier balcón de la abuelita de al lado. Esta planta en forma de corazón hay que buscarla bien. Y luego pagar el capricho. No tuve mucha suerte por Instagram tampoco. Casi todas las cuentas me decían que vuelva a preguntar en unos meses o que ya no tenían. Parece que cuando tienen una no dura mucho en stock. Como cuando a principios de cuarentena escaseaba la harina.

Pero yo quería regalarle a María Gracia una Hoya Kerrii. Si Arnold no se rindió, yo tampoco. Y así fui tanteando sitios, cuentas de Facebook e Instagram, stands de plantas y flores. Todo a escondidas, para que ella no se dé cuenta. “Voy a entregar un pedido”, le decía. Y me escapaba 2 horas a buscar el corazón verde. 

Nadie lo tenía, en ningún lado. Hasta que la encontré. Encontré una Hoya Kerrii, pero con más de una hoja. Varios corazones. No era como la que María Gracia tenía en mente, pero era la misma planta. Pregunté el precio y de pronto se sintió que en verdad estaba comprando una joya, de oro 18 kilates. Imposible, dije. No me pagan tanto en Hierba y Luisa. Así que decidí seguir buscando.

¿Cómo es una Hoya Kerrii?

La Hoya Kerrii, para quien se está preguntando por qué tanto alboroto por una planta, es una suculenta rara en forma de corazón. Como la que ven en las fotos. Tarda algunos años en crecer, pero puede llegar a tener varias hojas. Inclusive puede empezar a trepar como una enredadera. No necesita muchos cuidados: con que esté en buena tierra y no la ahogues con agua es suficiente. 

La Hoya es una planta que puede vivir feliz en interiores, siempre y cuando esté bien iluminada. Como cualquier corazón, necesita luz. Y antes de que me siga poniendo cursi, quiero seguir contándoles de esta planta que me llevó a conocer varios viveros y tiendas de plantas en Lima, e incluso provincias. Esta suculenta puede vivir en una terraza o balcón. Imagínense pasar por la calle, levantar la mirada y ver en un balcón un pequeño corazón verde lleno de vida. 

Yo quería que María Gracia sea la dueña de ese balcón. Así que seguí buscando hasta que encontré a la señora Ermenegilda, quien no dudó en corregirme y decirme que no se llama “Joya”, que le dicen “Olla” y a veces “Hoja”. Me mostró la que tenía y era justo como la que quería comprar, justo como la que María Gracia quería: una planta viva, con una hoja en forma de corazón que parecía dibujado en Paint. La quiero, le dije. Y me la llevé en una bolsita.

 

Ya en el carro, de regreso al departamento, solo esperaba que la planta no se me cayera en ningún lado y que no me robaran en ninguna esquina. Por fin la tenía conmigo. Nunca había cuidado tanto a una planta, hasta le puse cinturón de seguridad. Y llegamos. Vivas las dos. Le pedí a una amiga que me pintara una maceta y ahí la iba a plantar, para que estuviera lista para regalar. 

Cuando se la di, María Gracia ya había descubierto qué era, así que no la pude sorprender. (Vio la bolsa de la planta cuando llegué del vivero). Pero se puso feliz. Feliz como solo la ponen las plantas y dormir hasta tarde. Y yo me sentí como Arnold Schwarzenegger en casi todas sus películas. Es difícil explicar por qué algo tan simple nos hace sentir tan bien. Pero la Hoya Kerrii tiene todos los componentes para hacer que alguien sonría. Es, de lejos, la planta más tierna que he visto. ¡Es un corazón verde y está vivo!

Así que María Gracia y yo decidimos buscar más corazones, para que más personas puedan ser Arnold Schwarzenegger. Pero, sobre todo, para que haya más balcones que mirar, más balcones como el de ella, tan lleno de verde y de vida. 

¿Qué plantas recomiendo regalar?

Sin duda va a depender de qué tanta experiencia tenga la persona cuidando plantas, pero creo que una Peperomia es una buena manera de decir te quiero y, por supuesto, una Hoya Kerrii: un corazón muy fácil de cuidar.

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